Tuvo seis hermanos y una infancia muy feliz. Se casó con el señor Sergio Pérez Hernández. Tuvo cuatro hijos Edith, Rafael, Sergio y Mario. Es una persona sensible, noble y con corazón, que aprendió a enfrentar los problemas y situaciones que se presentan día con día, quizás no de la mejor manera pues permite que el enojo se apodere de ella momentáneamente. En ocasiones se siente desfallecer.