Bestiario del bibliófilo (y otras fieras literarias)
Cuando los pesimistas afirmaron que la tecnología ocasionaría la muerte del libro, olvidaban que éste también es producto de una tecnología, que data de hace 500 años y que no ha hecho más que perfeccionarse, hasta darnos siglos de objetos hermosos, amorosamente cuidados y elaborados para el disfrute de su belleza, sus aromas y su textura. De eso trata este libro. De nuestros hábitos: Anotar, subrayar, doblar las páginas. De viajar y viajar con libros. De coleccionar, cazar, apilar. Y, sobre todo, de nuestro amor por ellos. Pero nos habla de un amor verdadero: con sus dosis de exacerbación que van de lo sublime a lo ridículo, de la pasión a lo posesivo, de la necesidad a lo adictivo. Así lo entendió Ricardo E. Tatto y por ello su prosa va de la erudición al humor negro, de las lecturas invaluables al sarcasmo, de la reflexión al cuestionamiento irónico.