La fiesta de la República. Cultura política en tiempos de Juárez (ciudad de México, siglo XIX)
Stefan Zweig y Aleksandr Solzhenitsyn lo supieron bien: basta el relato pormenorizado de veinticuatro horas en la vida de una mujer, de un día en la vida de un personaje, para capturar todo un universo. En La fiesta de la República Miguel Orduña Carson concentra su atención en una sola jornada —el 5 de mayo de 1868, cuando la ciudad de México estrenó las celebraciones por la victoria de Ignacio Zaragoza sobre el ejército invasor francés— para describir las enormes transformaciones políticas, laborales y urbanas que experimentó la sociedad mexicana en tiempos de Juárez. Con gran amenidad, el autor nos lleva a escuchar en el alba las salvas con que se iniciaron las conmemoraciones, a atestiguar por la mañana la inauguración de la avenida 5 de Mayo, a deleitarnos con el banquete y el festejo popular en la Alameda, a gozar los fuegos de artificio una vez caída la noche y a oír al coro de artesanos que cantó en el Teatro Nacional. Cada estación es un pretexto para explorar los cambios que estaban viviendo algunas instituciones del México decimonónico y para señalar las metamorfosis del espacio público y los significados que encontraba la gente en la vestimenta para tal o cual ocasión, en el brindis espontáneo, en el uso de las calles o los edificios destinados al activismo político, en la prensa militante.