Este libro está pensado como un experimento. Trata de cosas, como piedras, reliquias, ruinas, huesos, momias, modelos, estatuas, fotos, inventarios, falsificaciones, instrumentos y especímenes de historia natural, que llegaron a formar parte de las colecciones y exhibiciones del museo nacional de México a lo largo de dos siglos. Aquí juntamos de nuevo esos objetos, no tanto con el fin de re-crear el sorprendente gabinete que habría recibido a los visitantes durante buena parte del siglo XIX, sino para iluminar las interacciones, afectos, contingencias, acuerdos y desacuerdos que han fraguado la transformación de estas cosas en objetos de la ciencia, la estética y la política, y que a la par ha dificultado imaginar hoy que una momia o un modelo de vidrio de una medusa repose al lado de la emblemática Piedra del sol. Una de las preguntas claves en esta exploración es cómo llegamos aquí. Nos interesa volver visibles las trayectorias de estos objetos para desnaturalizar sus espacios actuales y también cuestionar qué significa que estén en un museo y no en los lugares donde fueron encontrados y donde seguramente eran parte de relaciones afectivas, sociales, rituales o ecológicas situadas. Así, buscamos evidenciar los modos en que las narrativas hegemónicas disfrazan u opacan la violencia y el despojo que conllevó la llegada de objetos al museo, su configuración como parte del patrimonio de la nación, y también su pérdida u olvido.